Un Arduo Entrenamiento

En la Sociedad de Almas ya no quedaba nada, solo algunos escuadrones que se habían logrado mantener de los constantes ataques de los guerreros de Las Ruinas. Edificios destruidos, cuarteles destruidos, Shinigamis desaparecidos, todo... todo estaba hecho trizas. Solo algunas almas que se podían mantener a salvo resguardadas quien sabe donde para sobrevivir un poco más de tiempo. Cualquier persona o ser que hubiera vivido en aquellos tiempos en donde solo se veían rostros alegres y felices no podría creer lo que ahora se vivía. Terror y pánico eran las palabras que representaban lo hechos que habían ocurrido por estos lares.

Jin, el actual capitán del doceavo escuadrón encargado de las investigaciones del seireitei como externas, era uno de los capitanes sobrevivientes el cual ahora se encontraba rondando la Sociedad de Almas, o lo que quedaba de ella, con un paso muy tranquilo mirando hacia todos lados atento por si alguno de los Hollows que aún quedaban por allí intentase hacer algo que, seguramente, le costaría la vida. No sabía por donde empezar para reconstruir todo aquello que alguna vez había sido la mejor organización de todas, con una jerarquía milenaria, un sistema perfecto el cual no daba fallas, o solo en muy pocas ocasiones. Mientras observaba las ruinas empezaba a recordar aquellos momentos pasados en los cuales, no había sido feliz pero recordaba rostros que sí, eran tiempos de gloria para la sociedad de almas, pero todo aquello había quedado atrás, ahora era momento de mirar hacia adelante e intentar encontrar a los demás Capitanes, por más que la idea no le gustase, para "revivir" la Sociedad de Almas. Pero en las condiciones que se encontraba seguramente serían inútiles los intentos que realizara, necesitaba reforzar aquella técnica que alguna vez intentó lograr pero no pudo.

Ahora era tiempo de volver a intentar lo que alguna vez intentó hacer.

Había podido sentir el poder de aquella técnica, era algo realmente asombroso. Sentía su cuerpo liviano como una pluma que es llevaba por el soplo del viento. Tal vez con ésta técnica podría competir de igual a igual contra los de las Ruinas pero en realidad no conocía sus poderes por lo que le sería difícil pelear ahora, debía esperar, entrenar y luego buscar a los que más pueda para enfrentarlos. Aunque en realidad no sabía si algún otro Shinigami quedaba vivo sería difícil intentar investigar por su propia cuenta ya que la mayoría de la Sociedad de Almas había sido destruida y vigilada por algunos sirvientes de las Ruinas, sus opresores.

Habían sido ya dos intentos, ésta vez debía hacerlo mejor que antes. Volvió a concentrar reiatsu en su espalda y hombros. La cantidad con la que lo hacía eran tan fuerte que se podía observar una fuerte onda de reiatsu en sus brazos y alrededor de su cuerpo. Sus cabellos se levantaban con la presión del mismo reiatsu de él y pequeñas cargas eléctricas parecían salir de su cuerpo. Un halo blanco cubrió su cuerpo, mientras Jin mantenía sus ojos cerrados.

Al abrirlos sintió un gran poder recorrer su cuerpo. Rápidamente desapareció y apareció unos tres metros de donde se encontraba y lanzó un golpe con su puño desnudo a una pared la cual se destruyó por completo haciendo que varios escombros calleran al suelo destruidos. Segundos después volvió a desaparecer de ese lugar y a parecer unos siete metros de donde se encontraba por última vez para aparecer cerca de otra pared la cual se situó a un metro de ella y golpeó el piso en dirección al muro. Al hacerlo el suelo empezó a resquebrajarse en dirección a las piedras y el muro se derrumbó. Cuando terminó de hacer eso el poder desapareció y Jin quedó algo agotado arrodillado. Ya lo manejaba pero no podía hacerlo por mucho tiempo, ahora debía entrenar eso.